Huele a muerto
Escribir del señor es malisisísimo
Es mal augurio y huele a muerto
Y es que cuando yo estoy bien no escribo nada
Ya me están molestando las incesantes aclaratorias
De que todo no está settled
La rebeldía sin causa como síntoma de tu inmadurez emocional
El veneno te lo das tu mismo en dosis de 355 ml con cada comida
La recreación de los desagrados como muestra del destino ineludible que te dio de fecha de caducidad nada más unos meses
El estándar
No te puedes quejar.
Yo tampoco me quejo.
Porque en la fantasía que construí en mi mente fui feliz
En los sueños de bebés y abrazos y carreteras y perritos conseguí el sosiego
De esos hijos fuiste el padre más tierno
En tus consejos la sabiduría que tu ración de espectro no te permite aplicar en tu propia voluntad
Por tanto que vuelvo a la calle
Más humana y también más inteligente
Y aunque ahora mismo siento puntitos por todo el pecho
En unos años confirmaré
Que lo que me hiciste al sabotear el proyecto que meticulosamente construí para los dos
Fue un gran favor.