Carta a mamá

Querida Mary,

Sabemos que después de vivir sola, la presencia de otros en el hogar puede ser atorrante. Te escribo con la mayor de las dichas para decirte que rompiste ese esquema. Tu maravillosa presencia ha sido reconfortante. Y aunque te has propuesto a violar cada una de las normas perfectamente funcionales que he impuesto a los perros, a las personas con las que convivimos e incluso a mi misma, en esta oportunidad tu rebeldía fue simplemente graciosa y encantadora. Tu esencia maternal ha sacado a jugar a la niña que queda en mi, tu liderazgo en esta casa es el mejor de los arrullos. Siempre digo que crecer es lo mejor que me ha pasado en la vida. Verás, el tiempo ha resultado ser una medicina maravillosa, y la experiencia me hace significativamente más humana y más feliz con mi propia persona, de ahí que hoy te reconozco en todo tu esplendor. Hoy nuestra relación está mejor que nunca y de aquí en adelante solo puede mejorar, reconozco en ti un pilar indeleble del que apoyarme o sostenerme, una amiga maravillosa, una mentora envidiable y muy especialmente, una mujer que amorosamente necesita y necesitará de mi, como lo dice la ley de la vida. Eres tú el caso de estudio más importante, y la mujer más valiente que conozco.

 No te tardes en volver.

Te quiero con todo mi ser,

Tu hija

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La excusa